viernes, 6 de febrero de 2009

(En blanco)

No se me cae una idea, pero tengo que hablar necesariamente de lo feo que es sentarse frente al ordenador cuando no tenés como adornar el blanco de la pantalla.
Siempre me pregunto cómo empezar, y seguido a ello tipeo palabras sueltas para ver que sale. Hay momentos en que lo que escribo carece de todo tipo de sentido, sin embargo me gusta escuchar el sonido del teclado y trato de ponerle un ritmo al golpear las teclas con los dedos. Pienso en lo difícil que se tornaba la escritura décadas atrás cuando la Olivetti era todo un estandarte, y en esa época si que el dedo cumplía un trabajo mayor.
Sigo. Pero no se como rellenar el espacio. No me voy a poner a contar las veces que en las hojas de un cuaderno tapa dura escribía canciones o frases que eran obsoletas al día siguiente. Recuerdo como me arrepentía de las banalidades a las que me refería y la vergüenza que me daba tener eso cerca mío. Hoy me arrepiento totalmente de haberme deshecho de esas reliquias que describían algún estado emocional de una adolescencia rica y llena de matices. En ese entonces, cuando la hermosa estupidez era el núcleo circundante de mis días, no me costaba sentarme en la mesa o tirarme en la cama a recriminar al mundo que nos rodea con el lápiz y el papel como caballo de batalla.
No era mi intención tener una regresión, perdón. Lo que pasa es que no se como seguir con esto de las palabras, letras, oraciones. Es complicado.
Nunca me voy a olvidar el día que tuve que escribir para un trabajo sobre una experiencia relacionada con un viaje (pseudo crónica). Estuve sentado frente al monitor aproximadamente 2 horas sin escribir una sola palabra, tenía toda la idea. Pero empezar era tedioso, el cenicero estaba lleno de cenizas y colillas, el mate estaba lavadísimo y mi cabeza desorientada. Después de un tiempo las palabras empezaron a salir y terminaron siendo unas lindas líneas cargadas con alto grado de emotividad.
Bueno, basta. Ya está.
No puedo escribir nada, no se me cae una idea. No se como empezar
¿Sobre qué y de qué manera?
Borro todo entonces.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Pasa..............sucede a diario. Pero también ocurre que de ninguna idea o de escribir cosas que para uno son una basura; éstas basuras te llevan a algo interesante (sin querer). Por eso creo que esto es parte del escritor y debe asumirlo como tal, con la esperanza verdadera que algo interesante va a ocurrir y que la pluma mágica (porque sigo utilizando papel y birome) nos va a llevar a otra realidad y algo mágico se va a divisar en nuestros escritos.

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Guido Encina dijo...

Hay momentos en los que me gusta escribir para sentirme conectado con las palabras, pensar y trabajar en una idea. Sin embargo, algunas veces me siento perturbado por el entorno y no puedo sacarme de la cabeza lo que pasa al mi alrededor. Y por ello me parece positivo sentarse a pensar y a escribir mientras tu cabeza se va dejando lugar a lo que querés llegar. Por otra parte me parece muy bueno tener siempre una hoja y birome cerca para desarrollar una idea.