miércoles, 11 de febrero de 2009

Precipicio para dos

-¿A donde vamos?

-Allá. A ese lugar donde el flaco (Spinetta) suele inspirarse. Ahí, en ese campo en el que podemos descansar y mirar el cielo deleitándonos con sus estrellas.

-¿Será en un bote, un descampado al aire libre, qué es?

-Espera un poco, es lo que venimos a buscar, aguantá. Quedate tranquilo, es nuestro espacio.

-Pero… ¿Ya llegamos, no falta mucho?

-Ey, disfrutá un poco de este viaje. No nos vamos a morir por mirar por la ventana

-¿De que estás hablando? Acá no hay ventana.

-Arriba de tu hombro derecho vas a ver el cielo. ¿Lo podés divisar?

-Claro, pero… no estamos en un auto, ni nada que se parezca, no hay ventanas. ¿Acaso no estamos caminando?

-¿Viste la mochila que tenés en tu espalda?

-Sí, claro. Está muy pesada, y la verdad es que no quiero seguir caminando con todo este peso.

-Bueno eso significa que estamos de viaje. La ventana es una representación de la costumbre que tenemos de ver todo sentado arriba de un coche, avión o lo que sea. Seguramente, si tu mochila no te pesa y si no encontrás un marco para entorpecer la vista, quiere decir que estás disfrutando de una simple vivencia. Los viajes no son viajes si no hay vivencias.
Experiencias, de eso se trata.

-No entiendo, no entiendo nada de lo que me estás diciendo.

-Disculpame, no se ni que te dije, estaba mirando el ocaso que se acaba de ir...

A diario nos encontramos con simples conflictos cuando dos o mas personas emprenden alguna modesta vivencia, en este caso mientras el sol se escondía detrás de una triste precipicio. Esta
situación, se desarrolla en un escenario superfluo. La idea de estas lineas es mostrar tipos de perspectivas muy distintas y conceptos distintos de como disfrutar un viaje, asi sea minimo en insignificante el destino.

1 comentario:

Unknown dijo...

La idea de estas lineas es mostrar tipos de perspectivas muy distintas y conceptos distintos de como disfrutar un viaje, asi sea minimo en insignificante el destino.
Hola, este es Xul....un amigo que ha estado viajando internamente:
Sentado en una gigante piedra observaba como las olas chocaban sobre sus pies. Era una sensación placentera. Él, un inmenso mar y la tranquilidad del hermoso cielo que se iba escondiendo contemplaban el paso del tiempo.
¿Quién? ¿Quién será el próximo que se anime a coactar mi libertad? pronució Xul en voz baja. Se echó a reír; y luego pensó: mi libertad es mi bien más preciado, que nadie se atreva a quitármela. Ahora que me siento totalmente libre, la defenderé con uñas y dientes.